El proyecto “Monitores Ciudadanos” corre peligro en Valparaíso y los porteños piden que siga.

El proyecto “Monitores Ciudadanos” corre peligro en Valparaíso y los porteños piden que siga.

  

El financiamiento, proveniente de la Subsecretaría de Prevención del Delito, se acaba ahora en abril. El llamado de la Alcaldía Ciudadana es a “considerar el alto impacto del proyecto y extender su financiamiento”, dijo Sharp.

 En ascuas están en Valparaíso: los porteños y el municipio, ante el peligro que corre el proyecto “Monitores Ciudadanos”, cuyo financiamiento se acaba este mes de abril sin posibilidad de continuar.

Este proyecto, enmarcado en el Plan Comunal de Seguridad Pública, que ejecuta la Municipalidad de Valparaíso en conjunto con la Subsecretaría de Prevención del Delito, comenzó en enero del 2017 con un financiamiento que alcanzó los $90 millones.  

En su primera etapa, “Monitores Ciudadanos” consideró la implementación de 14 guías que trabajaron en coordinación con las policías y entes municipales, así como también en módulos móviles informativos en el centro cívico y casco histórico de Valparaíso. Debutaron con las Rutas Seguras apoyando a los adultos mayores en las fechas de pago de sus pensiones, continuaron con intervenciones en el Barrio Puerto y siguieron con rondas preventivas en las escaleras.  

De acuerdo a lo explicado por la encargada de Seguridad Ciudadana del municipio porteño, Alejandra Romero, “el financiamiento lo tenemos asegurado hasta el mes de abril, y hemos explorado algunas alternativas pero no tenemos nada concluyente. Así que con bastante pesar recibimos la noticia, porque es un programa que ha demostrado que la utilidad que presta para el trabajo en temas de seguridad pública, desde el ámbito local, ha dado muy buenos resultados. Y son los propios vecinos y locatarios los que valoran el trabajo en terreno de los chicos del programa. Nosotros estamos agotando todas las instancias para que sea acogida la solicitud de la Alcaldía Ciudadana y así mostrar nuestra propuesta en materia de seguridad que se basa en lo comunitario y local”.

Entonces, el llamado del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, es hacia la Subsecretaría de Prevención del Delito para que retome la línea de financiamiento, dando continuidad a los “Monitores Ciudadanos”. «Es una iniciativa que ha sido muy valorada por la comunidad local porque contribuye a la percepción de seguridad en la zona histórica del plan de Valparaíso. Los equipos han contactado a miles de personas, en su mayoría porteños, turistas, en especial adultos mayores, a través de la ruta segura y otro tipo de acciones. Por eso creemos que el gobierno debiera considerar su alto impacto y extender su financiamiento ya que se trata de un programa que ha alcanzado los resultados esperados. Nosotros tomaremos contacto con la subsecretaría de prevención del delito para presentar el proyecto de continuidad con el objetivo que pueda ser evaluado por las autoridades correspondientes. Queremos que fórmulas comunitarias cumplan un rol relevante en la percepción de seguridad de los vecinos de nuestra ciudad».

PORTEÑOS AFLIGIDOS

Ximena Cáceres, trabaja en la tostaduría Franco Porteña en la calle Salvador Donoso, y lamenta que se acabe el proyecto. “Hemos tenido una muy buena experiencia con los monitores. Sufrimos un robo hace un tiempo y los chicos nos ayudaron a hacer todo el procedimiento. Consideramos que es importante que este proyecto siga en pie, ya que son un respaldo para cada persona que anda en la calle. Que el proyecto se vaya a terminar sería muy triste porque quedamos en el aire”, comentó.

En esa misma línea, Carlos Steek, presidente de la Agrupación de Emprendedores por un Valparaiso Cultural, instalados en la Plaza Lord Cochrane, manifestó que “los monitores han sido súper importantes en cuanto a la entrega de información, a la seguridad y sobre todo en lo turístico. Lamentablemente, es otra cosa buena que se va, debiésemos luchar por las cosas buenas. Para nosotros es importante que se queden y los mantengan por mucho tiempo más”.

Héctor Arancibia de la importadora Anais, ubicada en la calle Condell, indicó que “el trabajo en la información y los turistas es muy buena y debiera permanecer, especialmente por la cantidad de extranjeros que llegan. Es una pena que se tengan que ir porque son un aporte. La ciudad necesita este tipo de proyectos y ojalá que tuvieran más respaldo de las policías”.

Al Día

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