Garantizan importantes recursos y proyección en el tiempo para las ferias Barriales este 2023

Estas iniciativas territoriales representan un importante sustento económico para las familias que forman parte de ellas.

Artesanía, frutas, artículos para el hogar y mucho más es lo que se pueden encontrar quienes visitan alguna de las 14 ferias barriales que se mantienen, conformadas por 176 personas, en su mayoría mujeres, y que se han ido desplegando por la ciudad como una forma de hacer frente a los problemas económicos surgidos a raíz de la pandemia. 

En base a lo anterior, el municipio junto a las porteñas y porteños que forman parte de éstas, se reunieron con la misión de evidenciar falencias y virtudes en el desarrollo de las mismas y proyectar el 2023, manteniendo una coordinación entre ambos que permita darle una mayor difusión, financiamiento para la adquisición de insumos, capacitaciones, entre otros puntos.

El alcalde Jorge Sharp fue el encargado de iniciar la reunión con palabras dirigidas a los vecinos asistentes y sobre estas iniciativas afirmó que “en pandemia creamos junto a la comunidad organizada más de 20 ferias barriales en los cerros de Valparaíso que le abrieron la posibilidad de empleo a más de 300 personas, principalmente mujeres”.

Además, el jefe comunal sostuvo que durante el 2023 “vamos a profundizar el apoyo a éstas, a fin de que se constituyan a polos productivos en posibilidad de empleo y emprendimiento para mujeres porteñas que cumplen un rol fundamental en sus familias y, evidentemente, en sus barrios. En el presupuesto del próximo año vamos a garantizar importantes recursos, precisamente, para fortalecer las ferias y proyectarlas en el tiempo”.

Por su parte, Marcela Parra, quien es artesana y posee un puesto en el Paseo Yugoslavo, manifestó que “la feria tiene dos sentidos para nosotros; primero, hacer comunidad, porque es un cerro (Alegre) de muchas personas mayores, donde no hay mucha vida de vecindario. La otra idea que tenemos, es la de recuperar los espacios públicos, el nuestro es un cerro que está lleno de miradores, entonces, tratamos de recuperar estos espacios, colocándonos ahí haciendo presencia como vecinos”.

Sobre la oportunidad que representa para ellas, Marcela apunta que “nos dimos cuenta que es una ayuda adicional, hay algunas que trabajan, otras son dueñas de casa, pero, así como está la situación ahora, es una ayuda que nos da el poder vender nuestros productos”.