Hospital Dr. Gustavo Fricke cierra el mes del corazón con dos nuevos trasplantes cardiacos

Hospital Dr. Gustavo Fricke cierra el mes del corazón con dos nuevos trasplantes cardiacos

–          Con 127 trasplantes cardiacos realizados el establecimiento se destaca como el centro con mayor experiencia en el ámbito. 

Un joven de 18 y una mujer de 57 años son los últimos pacientes trasplantados de corazón intervenidos en el Hospital Dr. Gustavo Fricke del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota. Son más de 10 trasplantes realizados en el contexto de pandemia desde el año 2020 y, además, con estos últimos casos, realizados en pleno mes del corazón, se alcanzó el total de 127 intervenciones de este tipo efectuadas en el establecimiento, el cual es Centro de Referencia en el área cardiológica. 

Por esta razón, el Director del establecimiento, junto al equipo médico visitaron a Benjamín Seura y a Maritza Pastén, trasplantados con sólo 10 días de diferencia. En la oportunidad, el Director, José Luis Moya, destacó que: “Estamos todavía en pandemia y ya llevamos cinco pacientes trasplantados a diferencia del año pasado. En todo el año pasado logramos hacer cuatro pacientes, esto aspira a que podamos llegar a muchos más durante este año. Y esto gracias a la donación altruista de las personas y también al exitoso y talentoso equipo cardiovascular que tiene nuestro hospital, el que nos da garantía de que todos estos trasplantes sean exitosos”.

En tanto, el Jefe del Programa de Cardiopatía Terminal y Trasplante Cardiaco, Dr. Ernesto Aránguiz, valoró la condición de los pacientes, señalando que: “Celebramos que en el plazo de estas últimas semanas, hemos podido realizar dos trasplantes cardíacos, dos trasplantes que tienen características bien particulares. Uno de ellos, un chico joven con una corta historia de falla de corazón, que cayó rápidamente en urgencia y que, afortunadamente, recibió un corazón; y también está nuestra querida paciente, a quien la tenemos hace más de un año tres meses en lista de espera, esperando que llegara un corazón, en condiciones que iban deteriorándose, donde también afortunadamente llegó su oportunidad”.

Una nueva oportunidad para vivir

La evolución del cuadro clínico de Benjamín fue muy rápida. Así lo explicó el Dr. Oneglio Pedemonte, médico jefe de la Unidad de Paciente Crítico Cardiovascular: “Hizo una falla cardíaca severa, fue trasladado incluso por vía aérea a nuestro Hospital, donde tuvimos que hacer una rehabilitación, reanimación prolongada, de 25 días antes de su trasplante, con balón de contrapulsación, el cual permitió rehabilitarlo y disminuir los problemas que él tenía hasta esperar un donante”. 

Hoy, el joven estudiante de primer año de enfermería, señala que se siente “feliz y emocionado a la vez, ya que es una nueva vida para mí, con una nueva etapa. Tener 18 años y ser trasplantado del corazón y una segunda oportunidad, gracias por dármela”, comentó Benjamín Seura y añadió que “es una experiencia hermosa ya que gracias a esta persona y la familia que me donó el corazón, puedo seguir teniendo mi vida, puedo seguir estudiando enfermería, como lo voy a estar haciendo, y agradecerle mucho a la familia por la decisión que tomaron y yo voy a aprovechar esta decisión y voy a aceptarla muy bien”.

Sobre sus proyecciones, el joven manifestó: “me gustaría trabajar acá en el Hospital porque me quedó gustando, y me gustaría trabajar en el área de UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), UTI (Unidad de Cuidados Intermedios) para ver a los pacientes trasplantados de corazón y a la vez hablar sobre mi experiencia ya que yo la tuve”.

Por su parte, Maritza Pasten se encontraba estable, en su domicilio, pero con un deterioro paulatino de su corazón. “Tuve que dejar de trabajar hace dos años atrás cuando partió la pandemia también, por los cuidados que se requerían, y la verdad que, quedarme en casa y cuidarme lo más que podía” y agrega que con el pasar de los meses su “vida cambió. Cambió en el sentido de que yo me cansaba mucho, ya no podía hacer la caminata, ya no podía hacer los ejercicios, no llevaba una vida normal. Tenía muchas limitaciones”.

Hoy, desde la Unidad de Paciente Crítico Cardiovascular, comenta: “De verdad que estoy súper emocionada, todavía me cuesta mucho asimilarlo. Es un proceso que yo creo que me va a costar un poco, porque me devolvió la vida. Un ser que no está con nosotros, me dio la oportunidad de yo vivir, de tener una mejor calidad de vida, de poder vivir, de disfrutar el día a día. La vida es tan rápida, pasa todo tan rápido, que lo único que quiero es disfrutar y vivir. Y estoy muy agradecida, muy agradecida del Hospital, de los seres humanos que trabajan acá”.

 

Al Día

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