La apuesta municipal para que los ascensores reactiven los barrios de Valparaíso.
► A través de mesas de trabajo entre la Dirección de Gestión Patrimonial, la SECPLA, Bienes Municipales y un proceso de licitación, se busca determinar un modelo asociado al transporte, a la recuperación de patrimonio y la ocupación de los espacios de los funiculares.
Más allá de quién es el propietario de los ascensores de Valparaíso, la apuesta de la Alcaldía Ciudadana se enfoca en la reactivación de los barrios donde se emplazan, que estén vinculados con la comunidad y que sean capaz de generar ingresos para su mantención.
En total, en Valparaíso hay 14 funiculares, cinco de ellos pertenecen a la Municipalidad (San Agustín, Reina Victoria, El Peral, Barón y Polanco) y otros 9 al Gobierno Regional (Villaseca, Artillería, Cordillera, Concepción, Espíritu Santo, Florida, Monjas, Mariposas y Larraín), se suma el terreno del Santo Domingo, que alguna vez fue ascensor. Sin embargo, todos, bajo la figura de comodato, serán administrados por el municipio.
Para la encargada de la Dirección de Gestión Patrimonial (DGP), María José Larrondo, lo cierto es que son un medio de transporte emblemático de la ciudad y valorado tanto por los porteños como por los turistas, que debe ponerse en valor junto a sus barrios. “La idea es los ascensores no solo motiven por ser más económicos, sino que también motive la reactivación del barrio. Además de su importancia turística se debe considerar el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes. Sabemos que al ser máquinas antiguas no todas tienen la accesibilidad necesaria, por eso la idea es que los nuevos ascensores vayan teniendo esta opción, y vayan mejorando aún más la calidad de vida de los barrios”, expresó.
En tanto, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, sostuvo que «la inversión que se está haciendo en ascensores va a permitir mejorar la cara a Valparaíso porque no sólo se moderniza un medio de transporte que usan miles de porteñas y porteños sino también turistas que acceden a los diferentes puntos altos de la ciudad y eso fortalece la economía local y dinamiza la demanda por servicios. Esto responde a las expectativas de vecinos que esperaban que sus barrios pudieran contar con este tipo de inversiones. Es una buena noticia para la ciudad».
OCUPACIÓN DE ESTACIONES
Dado que todas las estaciones de los ascensores, tanto superiores como las inferiores, tienen distintos tamaños, su ocupación es más compleja. “La reciente recuperación ejecutada por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), a bordeado los $1500 millones por ascensor en promedio, por lo tanto, no es llegar y usarlo. Primero hay que ver cuánto soportan estos edificios. Además, hay que prevalecer que la maquina funcione como ascensor, como medio de transporte, y luego los espacios que queden son los que se deben concesionar y ahí pensamos que lo mejor es seguir la línea de trabajo que se hizo en el Mercado Puerto”, agregó Larrondo.
Para eso, se decidió establecer una mesa de trabajo entre la Dirección de Gestión Patrimonial (DGP), la Secretaría Comunal de Planificación (SECPLA) y la Dirección de Bienes Municipales para abordar todas las problemáticas que surgen en torno a los ascensores, su ocupación y su restauración.
La encargada de la DGP, precisó que “aquel edificio que no tiene las condiciones para ser cafetería, no podrá serlo, y finalmente será ocupado por lo que soporte la infraestructura. Y esa es la idea primordial, en todos los ascensores, pero todavía no hay una claridad absoluta de cómo se van a usar porque lo primero es que el ascensor funcione y se capacite a los funcionarios que van hacer andar la máquina por un tema de seguridad para los usuarios. Después iremos viendo cómo vamos a activar las estaciones”.
Pero los vecinos ven con esperanza la ocupación de las estaciones de los ascensores, “y es que el MOP para su diseño hizo participación y para el modelo de gestión hizo otra participación. Entonces muchos vecinos pensaron que su idea de ocupación se iba a concretar, aun cuando en ese momento no se tenía claridad de los espacios, ni de la carga que estos iban a soportar. Por ejemplo, el ascensor Espíritu Santo tiene espacios muy reducidos y estos deben ser usados por el personal, entonces vamos reduciendo los espacios que posiblemente se pueden concesionar o traspasar a ciertas comunidades. Mientras que otros ascensores que son más grandes y que por ende ya tienen un compromiso de parte del municipio para ser usados como sede vecinal, por ejemplo. La idea es que se trabaje con los vecinos y se concrete lo que las comunidades quieren y es factible. Queremos que sea un motor de desarrollo para los vecinos del sector”, explicó María José Larrondo.
Cabe precisar que la Secpla está desarrollando las bases de licitación para un Modelo de Gestión Integral de todos los ascensores de Valparaíso, que permita aclarar cómo el municipio va a administrar los funiculares, asociado al transporte pero también a la recuperación de patrimonio, de barrio y la ocupación de los espacios.
Por su parte, la Dirección de Turismo también está aportando en la reactivación de los ascensores y por su alto impacto en los visitantes chilenos y extranjeros, es que se está analizando la instalación de puntos de información turística de Valparaíso en los elevadores municipales.